En cambio hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quién es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia. Él hace que todo el cuerpo encaje perfectamente Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor.

EFESIOS 4: 15 – 16